martes, 17 de febrero de 2009

DEPRISA, DEPRISA

SEDUCIDO por la idea de un corto fácil, sencillo y para toda la familia, me encuentro estos días trabajando en un ministoryboard muy cuco. ¿A quién no le gusta el tacto de un folio escrito o dibujado hasta casi no dejar espacio en blanco? Ese cris cris de pergamino.

Son 66 viñetas y sólo me faltan las dos últimas escenas. Las más largas, eso sí. El protagonista no habla, tan sólo personajes secundarios, y diálogos sin importancia, fáciles de escribir. En una semana lo tengo. Está pensado para que lo protagonice mi codirector del corto del ensayo, y aparezcamos mi otro codirector (ya no hay más codirectores) y yo. El único inconveniente es una de las localizaciones, una oficina llena de grabadores de datos. Creo que la podemos falsear en mi piso. Lleva mucho trabajo, pero con papeles para la pared del chino, monitores rotos de los contenedores, fluorescentes, archivadores y folios, se puede conseguir.

Será una distracción para quitarnos este monazo que tenemos. ¿Podremos rodarlo en 2 mañanas?

Yo digo que sí.

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