Lógicamente no vamos a pedir permiso, porque no nos lo van a dar, porque es un lio, porque los chinos seguramente nos vigilarían y harían con nosotros ku-bak con gambas y cerdo agridulce con nuestras pelotas, y porque nos gusta el morbo.
miércoles, 26 de noviembre de 2008
FURTIVO
NECESITAMOS unos fondos para los cromas del trailer, si puede ser de una tienda de chinos, y otros de un centro comercial para un par de planos del ensayo, que ya estoy completando con cositas sueltas.
Lógicamente no vamos a pedir permiso, porque no nos lo van a dar, porque es un lio, porque los chinos seguramente nos vigilarían y harían con nosotros ku-bak con gambas y cerdo agridulce con nuestras pelotas, y porque nos gusta el morbo.
Probé primero con mi abrigo, que es el único con un bolsillo lo bastante grande como para que quepa mi cámara, pero el bulto parecía una wii desprecintada y acusadora, así que me decidí por una carpeta gorda y llena de apuntes. Tenía una perfecta en el garaje de casa.
Mira como asoma por la cremallerita el objetivo. La llevé cerrada, y en una sutil y a la vez espectacular maniobra abrí lo justo para darle candela. Cara de bueno, abrigo elegante, gomina en el pelo, y éste es el resultado:
Lógicamente no vamos a pedir permiso, porque no nos lo van a dar, porque es un lio, porque los chinos seguramente nos vigilarían y harían con nosotros ku-bak con gambas y cerdo agridulce con nuestras pelotas, y porque nos gusta el morbo.
martes, 25 de noviembre de 2008
INSERTANDO INSERTANDO
PUDE gozar de nuevo este sábado con la magia de los insertos, de los planos y perspectivas falseadas, esta vez con el rodaje del trailer falso de zombis. Teníamos un plano de dos personajes hablando, uno de ellos se agacha a coger un flash y cortamos. No teníamos un arcón congelador, así que usamos un parasol plateado, de los que se ponen en la luna del coche en verano, para que hiciera de pared del refrigerador, y mientras uno sujetaba con la mano el paquete de flash (ni siquiera lo apoyamos) el actor que hacía de zombi hizo su papel y atacó. Parecía una decepcionante mierda. Lo digitalizamos, lo montamos justo después del plano de la conversación, haciendo coincidir el movimiento, dejamos que se solapase el sonido, y mi compañero director, que no había editado apenas, lo dijo: Ohhhh.
Esa es la magia de los insertos.
Un ejemplo con el ensayo de mi corto, un inserto de manos en mi habitación.

Mientras, siguen mis dudas izquierda-derecha derecha-izquierda. Cuando acabe el ensayo haré dos versiones y veremos cual es mejor.
Esa es la magia de los insertos.
Un ejemplo con el ensayo de mi corto, un inserto de manos en mi habitación.

Mientras, siguen mis dudas izquierda-derecha derecha-izquierda. Cuando acabe el ensayo haré dos versiones y veremos cual es mejor.
jueves, 20 de noviembre de 2008
IZQUIERDA O DERECHA
LLEVO un porcentaje de acierto en cuanto a planos que pensé sobre el papel y planos que funcionan vistos en pantalla bastante ilusionante. Ya he meditado lo de los ejes, he vuelto a grabar y parece que está solucionado, aunque tendré que sacrificar una transición que tenía pensada por otra más brutota.
Hay escenas que desde que las piensas están montadas y no hay manera de alterar el orden de los planos. No se si esto es bueno o si lo primero que se me viene a la mente son cagadas de primer orden, el caso es que desde el principio había situado a Oscar a la derecha y a Pedro a la izquierda. La dirección positiva en cine es de izquierda a derecha. En casi todas las batallas sitúan a los buenos así, por ejemplo. Hay excepciones como "El ataque de los clones", en la que el ejército de la república se sitúa a la derecha de la pantalla, pero está justificado porque en el futuro serán los malvados soldados imperiales. El caso es que tener a un personaje situado a la derecha es, en principio, desasosegante e incómodo.

Oscar es un asesino, pero a la vez el protagonista. ¿Le pongo en la izquierda? Posición cómoda para el público, es el protagonista, es el ¿bueno?. Cuando esté en el piso de Pedro, estará de derecha a izquierda, será incómodo porque no es su piso, no es su mundo y está haciendo algo que nos mantiene en tensión. ¿Le pongo en la derecha? Le declaramos como el malo, aunque cuando esté en el piso de Pedro estará en la dirección positiva y perderá ese feeling. Aunque de alguna manera, se está identificando con él, que es en realidad lo que busca en la historia.
Toca elegir.
Hay escenas que desde que las piensas están montadas y no hay manera de alterar el orden de los planos. No se si esto es bueno o si lo primero que se me viene a la mente son cagadas de primer orden, el caso es que desde el principio había situado a Oscar a la derecha y a Pedro a la izquierda. La dirección positiva en cine es de izquierda a derecha. En casi todas las batallas sitúan a los buenos así, por ejemplo. Hay excepciones como "El ataque de los clones", en la que el ejército de la república se sitúa a la derecha de la pantalla, pero está justificado porque en el futuro serán los malvados soldados imperiales. El caso es que tener a un personaje situado a la derecha es, en principio, desasosegante e incómodo.
Oscar es un asesino, pero a la vez el protagonista. ¿Le pongo en la izquierda? Posición cómoda para el público, es el protagonista, es el ¿bueno?. Cuando esté en el piso de Pedro, estará de derecha a izquierda, será incómodo porque no es su piso, no es su mundo y está haciendo algo que nos mantiene en tensión. ¿Le pongo en la derecha? Le declaramos como el malo, aunque cuando esté en el piso de Pedro estará en la dirección positiva y perderá ese feeling. Aunque de alguna manera, se está identificando con él, que es en realidad lo que busca en la historia.
Toca elegir.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
PRODUCCIÓN (II)
DICEN que con paciencia y saliva, se la metió el elefante a la hormiga. Esta vez se ha cumplido. Hinchando varias veces el guante de látex he conseguido que quepa en mi cabezón. Parezco un condón humano, y de alguna forma ese es el objetivo, pero deberá lucir menos ridi para la versión definitiva.
Sigo liado con los saltos de eje y las referencias.
martes, 18 de noviembre de 2008
SIMETRIA
MADRECITA de mi vida, qué pifostio estoy montando con la simetría de los pisos del corto. Y todo por cambiar de sitio una cama. Planifico pensando en el piso del protagonista, el mío desde hace más de un año, el que tiene la orientación real y que lógicamente tengo metido en la cabeza, pero no dibujo los fondos en el story, por lo que al grabar encuadro guiándome por la mirada del personaje, y al voltearlo en postproducción me salen más saltos de eje que en La diligencia.
Un pequeño esquema que me he hecho, junto a un plano cenital. La foto está hecha desde el armario, que es desde donde tengo que rodar. Mañana me lo escribo en un folio, en grande.
DESDE EL ARMARIO.
Un pequeño esquema que me he hecho, junto a un plano cenital. La foto está hecha desde el armario, que es desde donde tengo que rodar. Mañana me lo escribo en un folio, en grande.
DESDE EL ARMARIO.
viernes, 14 de noviembre de 2008
PRODUCCIÓN
MUY rápido escribí yo lo del guante en la cabeza.
Producción es una palabra que nos hace pensar en grandes recursos, logística, organización de personal y equipo, pero que en un cortometraje tan autoproducido como éste se reduce básicamente a ir al carrefour y a los chinos a comprar atrezzo y útiles. Hay una escena en la que el protagonista se coloca unos guantes en la cabeza, para que no se le caigan pelos, como los cocineros. Es lo más barato, accesible y menos aparatoso que tiene a mano. De hecho, también se los pone en las manos (por aquello de las huellas) y los pies (por lo mismo). Es de estas veces que escribes mientras evocas la imagen en tu cabeza de un guante estirándose infinitamente cual condón anal.
Pero no. Un guante no es mi gorro de la piscina. He visitado los lugares típicos de producción, Hipercor, Carrefour, Mercadona, y los chinos, y todos revientan. No están hechos para fregotear en un día de furia. También es verdad que mi cabeza es muy gorda, pero ni en los pies aguantan. He descubierto que existen de látex, de goma y de nitrilo. Los de nitrilo y goma se estiran menos que el productor de este corto (jaja). Los de látex dan de sí, pero rompen justo antes de doblar su tamaño. He descubierto una marca en concreto que fabrica de látex pero muy gruesos, de forma que, aunque se estiran poco, no rompen. Además huelen a vainilla que da gusto.
La solución, como siempre, trucar. Aunque prefiero mil veces la palabra falsear. Dos guantes empalmados con un pegamento especial para látex. Irreales a simple vista, sin estirar, pero sólo los mostraremos cuando se estén dando de sí. Prometo fotos de esta apasionante aventura.
De momento, segundo 10 del ensayo. Cutre, pero es un ensayo.
Producción es una palabra que nos hace pensar en grandes recursos, logística, organización de personal y equipo, pero que en un cortometraje tan autoproducido como éste se reduce básicamente a ir al carrefour y a los chinos a comprar atrezzo y útiles. Hay una escena en la que el protagonista se coloca unos guantes en la cabeza, para que no se le caigan pelos, como los cocineros. Es lo más barato, accesible y menos aparatoso que tiene a mano. De hecho, también se los pone en las manos (por aquello de las huellas) y los pies (por lo mismo). Es de estas veces que escribes mientras evocas la imagen en tu cabeza de un guante estirándose infinitamente cual condón anal.
La solución, como siempre, trucar. Aunque prefiero mil veces la palabra falsear. Dos guantes empalmados con un pegamento especial para látex. Irreales a simple vista, sin estirar, pero sólo los mostraremos cuando se estén dando de sí. Prometo fotos de esta apasionante aventura.
De momento, segundo 10 del ensayo. Cutre, pero es un ensayo.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
COMO EN LOS VIEJOS TIEMPOS

COLOCANDO el atrezzo en mi piso, voy a tener que meter en pantalla mi frikipapelera. Un R2-D2 al que se le levanta la tapa pisando un pedal que tiene en la base. Casi da pena ensuciarla.
Algo tendrá que tirar el protagonista para lucirla un poco. Mañana acabo de decorar y empiezo con los ensayos, grabando rapidito y sin ayuda de nadie, como en los viejos tiempos.
martes, 11 de noviembre de 2008
PLANIFICAR, PLANIFICAR, PLANIFICAR
PREPARADOS tengo ya a mis actores de plástico. Tres muñecos comprados en los inevitables chinos que me servirán para hacer un primer ensayo del corto (el del guión casi acabado). Será básicamente un animatic, esto es, un storyboard en movimiento. A ver qué tal funcionan los tiempos y los encuadres.
De izquierda a derecha: el protagonista, el vecino y la chica.
De izquierda a derecha: el protagonista, el vecino y la chica.
OH MY GOOOOD
lunes, 10 de noviembre de 2008
VAMOS QUE NOS VAMOS
NO vamos a pasar ni la primera criba, pero nos da igual. No va a haber un trailer más cutre ni con un croma menos iluminado que el nuestro, ni siquiera se entenderá una mierda del argumento, pero qué más da, tampoco se entendía ni papa de "El sueño eterno".

Cumpliendo la máxima de que siempre ocurre algo en los rodajes, el número de colegas asistentes se redujo de 10 a 3 y a mi amigo Leo se le escapó el pie del embrague de su Nissan Micra, haciendo ruedas cual gambitero delante de los policías que casualmente y sin motivo aparente habían aparecido esa tarde en mi calle. Nos propinaron una mirada de varios segundos, pero nos dejaron marchar porque éramos 6 hombres pálidos y con heridas sangrantes en cara y brazos.
No, no es el Joker y sí, se maquilló él mismo.
No encontramos niños y ancianos a los que asustar por el camino y grabarlo porque era ya de noche. Muy real, pero la ganancia que meterá la cámara para compensar la falta de luz va a ser de las que hacen época. Nos la suda.
Si no pasa la criba lo reciclamos para un trailer de hombres lobo.
Tras los exteriores, volvimos al piso para hacer los interiores. Se supone que debería aparecer una tienda de chinos y la bolsa de Madrid. No tenemos ninguno de los dos, así que usamos croma para todo. Si en el Episodio 3 lo hacían, nosotros también.


Ahora sólo falta intentar conseguir una mujer del mundo real para un par de planitos, montarlo, meterle efectitos y musiquita y abrir una cuenta conjunta para que nos vayan ingresando los 30000 euros.
viernes, 7 de noviembre de 2008
ZOMBIS BROKERS, años 70 revival
ESPERO acordarme de hacer cicatrices. Hemos comprado látex, medio litro de sangre líquida (suficiente para matar unas cuantas personas), sangre comestible en pastillas y maquillaje por valor de 67 euros. El presupuesto es espectacular, y hay que añadirle cartulinas para croma (muy grande aquí el Corte Inglés), 10 flashes burmar flash que he vaciado a tragos y rellenado con agua (los zombis chupan el zumito con azúcar y dejan el hielo), y cajas de chucherías varias (y vacías) que hemos tomado prestadas del chino de debajo de mi casa.
No hemos reparado en gastos.
Mañana a las 16:00 en marcha (lástima que me pierdo el festival de Alcalá, que me fue bellamente recomendado). 3 directores (véase las cocacolas), 10 actores, y un trailer falso que rodar en una tarde. Un leve esbozo (véase nuestra pantalla blanca de word en la foto) y el resto improvisación.
Cutrez a mí.
jueves, 6 de noviembre de 2008
Indiana Jones y la nevera
RECUERDO con gusto esa escena de "Indiana Jones y el Reino de la calavera de cristal" , la última película de la saga y la peor de todas, a falta de más visionados. Tan sólo salvaría la escena inicial, un homenaje a "American Graffiti" y una metáfora visual fantástica de la carrera nuclear entre EEUU y la Unión soviética, y ésta que comentaré ahora. Mi favorita.
Enfurecido me hallo ante los cientos de comentarios sobre la escena de la explosión nuclear y la nevera. No es un spoiler porque es prácticamente el principio de la película. Indiana es capturado por los rusos y llevado al Area 51, para que les indique dónde conseguir un objeto en concreto que desean. Escapa y llega a una zona de pruebas nuclear. La zona consiste en un pueblo fantasma, totalmente idealizado, de anuncio de los años 50, con muñecos en lugar de personas, colorines varios e hilito musical. Un decorado, vamos. Estando allí, se produce una explosión nuclear, Indiana busca refugio y decide meterse en una nevera, que saldrá despedida instantes después permitiéndole salvar la vida, saliendo ileso como el amo que es.
Todos indignados porque se salva de una explosión en una nevera. Que es imposible, que vaya flipada, que tal, que cual. Un par de comentarios sensatos he encontrado de todas las páginas que visité en su día. Explico y defiendo a Spielberg:
Las neveras de los años 50 estaban fabricadas de PLOMO (en la película se ve la inscripción), y se decía que podían servir para aguantar la explosión. Spielberg y cualquiera con un mínimo conocimiento lo sabe, o al menos le parece lógico, y quiso realizar su homenaje a ese terror nuclear de la época. El plomo se dejaría de utilizar más adelante por considerarlo nocivo. Puede que no sirviera para salvar la vida, me da igual, pero el motivo es real, es creíble, y no es una flipada.
Lo que no puede entender es cómo no se elogia esta escena como debería, porque funciona a todos los niveles y es una maravillosa metáfora visual. Esto es, cuando aparece Indy en el pueblo, perdido en el desierto, totalmente de postal, entra a una casa y se encuentra con una familia inerte. Son maniquíes. La casa es moderna, nada de madera, todo plásticos, colores vivos, muy moderna, del futuro. La impresión visual que da claramente es que Indy está fuera de lugar, que no pertenece a ese mundo, que parece alguien salido de un museo (cómo me acordé de la genial frase que le dicen en "La última cruzada" cuando Indy grita que la cruz de Coronado "debería estar en un museo": "Y usted también").
Indiana Jones es el héroe del látigo y el sombrero, en una época, los años 50, de superhéroes, en plena fiebre de los cómics, de los poderes, de los rayos X. Es una reliquia del pasado. Es una escena bellísima y a la vez muy triste, por eso Spielberg, como el putísimo genio que es, nos guiña el ojo y nos lo mete en una nevera, para conservarlo para siempre.
Diálogos
LEO con entusiasmo a François Truffaut. "Tenía toda la película en la cabeza, tan sólo necesitaba un dialoguista que le ayudara a dar forma al guión". Hablaba de Alfred Hitchcock, en su libro "Hitchcock por Truffaut", convertido desde hace años en MI libro, y destrozado a base de hojear y hojear apretando sus 380 páginas con la fuerza de la motivación. Tengo el de bolsillo, titulado más vulgarmente "El cine según Hitchcock", pero sé que el grande se llama así, repito, "Hitchcock por Truffaut", sé que vale 52 euros, y sé que será mío en cuanto me mude a mi nueva casa. Nueva casa, nuevo libro de cabecera. Aunque será el mismo, y lo destrozaré igual aunque tenga tapas duras, porque sigo con la misma fuerza de siempre.
"Tengo un temperamento absolutamente visual" decía el maestro del suspense. Supongo, con orgullo y cierta jodienda, que coincidimos, salvando las distancias. Debo hacer que se encuentren dos de mis personajes en una cafetería y hablen. El chico, con un objetivo, invitar a la chica, su ex novia, a una fiesta. La chica, para hablar de todo un poco. Mi primera versión, sin pensar, con esa frescura de los diálogos espontáneos, sería:
Chico- Hola. ¿Vienes a una fiesta en mi casa el sábado?
Bien. Si la chica respondiera "Vale" tendríamos posiblemente la escena de cafetería más rápida de la historia, incluyendo publicidad y videoclips. Como quiero que al menos el público se quede con la cara de la actriz y no piense "de qué me suena esta tía" cuando la vea en la fiesta, debemos ampliar un poco el diálogo. Con mucha dificultad, eso sí, porque en mi vida diaria suelo ser conciso, sin adornos ni reiteraciones, como una ecuación.
No quiero un duelo de integrales contra derivadas, quiero un toma y daca de esos que te dibujan una sonrisa y que da gusto escuchar una y otra vez. Leo a Syd Field en su "Libro del guión" y dice que los diálogos son algo empírico, que a base de escribir y escribir se puede mejorar. Quizá 50 o 60 páginas hasta ir sacando algo bueno. No se cuántas hasta sacar algo excelente. Ya te contaré, Syd. Espero no ser un temperamento absolutamente visual.
Por lo menos en estos días.
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