DICEN que con paciencia y saliva, se la metió el elefante a la hormiga. Esta vez se ha cumplido. Hinchando varias veces el guante de látex he conseguido que quepa en mi cabezón. Parezco un condón humano, y de alguna forma ese es el objetivo, pero deberá lucir menos ridi para la versión definitiva.
Sigo liado con los saltos de eje y las referencias.
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