jueves, 6 de noviembre de 2008

Diálogos


LEO con entusiasmo a François Truffaut. "Tenía toda la película en la cabeza, tan sólo necesitaba un dialoguista que le ayudara a dar forma al guión". Hablaba de Alfred Hitchcock, en su libro "Hitchcock por Truffaut", convertido desde hace años en MI libro, y destrozado a base de hojear y hojear apretando sus 380 páginas con la fuerza de la motivación. Tengo el de bolsillo, titulado más vulgarmente "El cine según Hitchcock", pero sé que el grande se llama así, repito, "Hitchcock por Truffaut", sé que vale 52 euros, y sé que será mío en cuanto me mude a mi nueva casa. Nueva casa, nuevo libro de cabecera. Aunque será el mismo, y lo destrozaré igual aunque tenga tapas duras, porque sigo con la misma fuerza de siempre.

"Tengo un temperamento absolutamente visual" decía el maestro del suspense. Supongo, con orgullo y cierta jodienda, que coincidimos, salvando las distancias. Debo hacer que se encuentren dos de mis personajes en una cafetería y hablen. El chico, con un objetivo, invitar a la chica, su ex novia, a una fiesta. La chica, para hablar de todo un poco. Mi primera versión, sin pensar, con esa frescura de los diálogos espontáneos, sería:

Chico- Hola. ¿Vienes a una fiesta en mi casa el sábado?

Bien. Si la chica respondiera "Vale" tendríamos posiblemente la escena de cafetería más rápida de la historia, incluyendo publicidad y videoclips. Como quiero que al menos el público se quede con la cara de la actriz y no piense "de qué me suena esta tía" cuando la vea en la fiesta, debemos ampliar un poco el diálogo. Con mucha dificultad, eso sí, porque en mi vida diaria suelo ser conciso, sin adornos ni reiteraciones, como una ecuación.
No quiero un duelo de integrales contra derivadas, quiero un toma y daca de esos que te dibujan una sonrisa y que da gusto escuchar una y otra vez. Leo a Syd Field en su "Libro del guión" y dice que los diálogos son algo empírico, que a base de escribir y escribir se puede mejorar. Quizá 50 o 60 páginas hasta ir sacando algo bueno. No se cuántas hasta sacar algo excelente. Ya te contaré, Syd. Espero no ser un temperamento absolutamente visual.

Por lo menos en estos días.

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